Este proyecto se concibió con el propósito de crear un ambiente que invite al descanso y al equilibrio personal. A través de una paleta de tonos neutros cuidadosamente seleccionada, logramos una atmósfera serena y acogedora, donde cada elemento transmite calma y armonía. El diseño refleja fielmente la esencia del cliente, quien deseaba un espacio que no solo representara su estilo de vida, sino que también fomentara su bienestar diario.
Uno de los retos clave fue incorporar una zona de trabajo funcional sin alterar la estética general del dormitorio. Para ello, se diseñó un escritorio discreto y perfectamente integrado al entorno, manteniendo la continuidad visual y asegurando orden y practicidad. Cada decisión, desde la elección de materiales hasta la disposición del mobiliario, fue pensada para lograr un balance natural entre relajación y productividad, dando como resultado un espacio que responde tanto a lo emocional como a lo funcional.




