Este dormitorio fue renovado por completo adoptando el estilo industrial como eje central del diseño, integrando estructuras expuestas, texturas crudas y líneas depuradas que transmiten autenticidad y carácter. La intervención se equilibró cuidadosamente con una paleta de tonos suaves elegida por la clienta, acompañada de materiales cálidos como la madera, lo que permitió suavizar la estética industrial sin perder su esencia.
El resultado es un espacio que fusiona modernidad con confort, manteniendo una atmósfera acogedora que invita al descanso. Cada elemento —desde el mobiliario hasta la iluminación— fue seleccionado con atención al detalle para asegurar funcionalidad, armonía visual y una experiencia sensorial equilibrada. Este proyecto demuestra que el estilo industrial puede ser cálido, personal y perfectamente adaptable a las necesidades de un espacio íntimo como el dormitorio.




